Las cifras de jóvenes embarazadas en el país encienden las alarmas en las autoridades y organismos.
Los centros educativos ponen en practica una gran cantidad de programas para consientizar a los y las adolescentes del gran impacto que produce un embarazo a esta edad, pero parece que simplemente no escuchan o creen que esto nos les va a suceder.
Con la intención de proporcionar insumos para el diseño de políticas de
prevención y atención del embarazo en la adolescencia en Costa Rica, Fallas y
Rojas (2006), en una investigación adscrita al Departamento de Niñez y
Adolescencia del MEP, entrevistaron a 154 estudiantes de colegios públicos en
todo el país (modalidades diurnas, nocturnas y técnicas). Concluyeron que, al
momento del embarazo, las adolescentes eran menores de edad, no utilizaron
ningún método anticonceptivo, obtuvieron apoyo de la institución educativa,
hicieron uso del servicio de salud y el embarazo les afectó en el proceso educativo.
Entre las consecuencias se encuentran: dificultad para estudiar por falta de
tiempo, disminución en el ritmo de estudio por cansancio, poco apoyo de
directores y profesores, situación que influyó en el bajo rendimiento académico.